La «embestida» en la frontera por Tijuana y sus humanas consecuencias, son claro reflejo de lo que la manipulación de los agentes castristas y maduristas han conseguido en su afán de dirigir las cámaras y los comentarios de la prensa hacia la frontera de USA, y sacar a éstas cámaras y comentarios de la frontera Colombo -Venezolana, por donde miles de venezolanos huyen del criminal Socialismo del Siglo XXI y de la precaria situación de la economía Cubana, hoy sin «padrinos millonarios» que atemperen su crisis crónica de incapacidad, arbitrariedad y fallido Estalinismo.
La irregular situación es debida a los ingenuos que creyeron los cantos de sirena de Zelaya y los agentes pagados por Cuba y Venezuela, que una gran marcha hacia USA forzaría a Trump para abrir la frontera. Madres corriendo despavoridas con tres niños pequeños de compañía, se ven en fotos junto a hombres jóvenes y fuertes tratando de cruzar las vallas. Y todos han sido engañados por unos teóricos de la revolución, que saben -es lo único que saben- engañar a las masas pobres para que actúen por ellos y como carne de cañón en sus batallas.
Sería más ingenuo aún, pretender que USA se deje chantajear por los que dirigen tras bambalinas este show inmenso. México debería llamar a contar a los padres de ésta operación truculenta y no le quedará más remedio a ANLO que cerrar sus fronteras al Sur.
Hay una crisis humanitaria en el borde fronterizo, pero ni USA ni México la ha provocado. Los autores se frotan las manos de placer.
Y como siempre, los desvalidos, los pobres, los que tienen sueños de mejorar su vida, son los que sufren. Pero los autores Maduro, Castro y compañía deben ser condenados y responsabilizados. Es a ellos a los que debemos condenar con fuerza.