La Habana, 18 de febrero de 2025
A los cubanos,
Tenemos un gran problema. No es la crisis total que sufrimos. Las crisis son de verdad grandes oportunidades de cambio: personales, en la familia, en los países. El gran problema que tenemos es el de la pérdida de autoconciencia de un gobierno que no se detiene ante las consecuencias de las decisiones que toma por nosotros, de las mentiras que nos dice en nombre de nosotros y de la represión sin miramientos por el bien de nosotros.
Un gobierno excesivamente grueso que se obstina en cerrarle todas las oportunidades a una nación cada vez más raquítica, con la ayuda de inversionistas inescrupulosos, principalmente españoles y canadienses, que se empeñan, fallidamente, en convertir en un país de clientes, para élites, a lo que debería ser, primero, una nación de ciudadanos dignificados. Esa pérdida de autoconciencia es llevada a otro límite extremo, e igual de mentiroso: el de que no hay alternativa al gobierno actual. ¿Cómo llegar a pensar que un gobierno que combina a partes iguales incompetencia, incultura, improvisación, falta de apoyos en la gente, incapacidad para comunicar, desconexión social, ausencia de ideas y un redescubrimiento pervertido de conductas aristocráticas no tendría alternativas de presente y de futuro para la nación cubana?
En rigor, y dado el estado deplorable de la familia cubana, principalmente de los ancianos, el gobierno actual debería de renunciar en pleno. Pero su pérdida de autoconciencia se asienta en otras dos pérdidas anteriores: la del fundamento y la brújula moral.
Sí, hay alternativas. De dentro y fuera de Cuba. Mejor: dentro-fuera de Cuba, trabajando juntas, con fluidez, y centradas en las oportunidades reales al interior del país, por el cambio de nuestra suerte.
Una de esas alternativas es el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).
Una organización plural con muchas miradas dentro ?para todos los gustos y colores?, con algunas ideas y con una ambición a la altura de nuestras urgencias, que pone a disposición de los ciudadanos la oportunidad que jamás le ha ofrecido el gobierno: la de definir por nosotros mismos, esta vez sí en nombre de nosotros, lo que queremos para Cuba.
Sí, hay una oportunidad para la esperanza. Después de julio de 2021 todo el mundo sabe, lo sabemos nosotros, que en Cuba pocos se creen aquello de que estamos ante el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. No dejarnos engañar más, en nombre de nosotros, ha sido un camino largo, doloroso, desgarrador, sin misericordias, que nos ha devuelto, de golpe para algunos, poco a poco para muchos, hacia nosotros mismos. Y la oportunidad está ahí: en que la mayoría tiene claro que nos embarcaron. ¿Cómo articular esta oportunidad para la esperanza con una alternativa para el cambio?
El equipo CTDC tiene algunas propuestas, una ruta y una ideología única: Cuba. En nuestro proceso de consolidación, el CTDC ha creado varios equipos de trabajo para conectar con las y los cubanos, sus sensibilidades y necesidades compartidas, y sus sensibilidades y habilidades específicas. Buscar e impulsar junto a la ciudadanía acciones, iniciativas y soluciones que nos restituyan la oportunidad de reconstruir nuestras vidas, aquí, en Cuba, es nuestro propósito mayor. Invitamos a todos los que quieran colaborar con esos equipos, de forma pública o anónima, a que contacten con nosotros.
Desde la política a los derechos humanos, desde la economía, a los temas sociales, desde los derechos de la mujer a la lucha contra la violencia, desde la cultura y la comunicación hasta las relaciones internacionales nos guía un lema: qué podemos hacer por ti, junto a ti.
Tenemos, eso sí, cinco prioridades que queremos compartir y conversar con los cubanos.
1. Una propuesta de Ley de Amnistía y Despenalización del Disenso que busca la liberación de quienes no han cometido delitos por el ejercicio de sus derechos políticos, económicos y sociales.
2. Una propuesta de Ley de Economía social que le proporcione, garantice y potencie a los cubanos herramientas y condiciones para gestionar su economía, iniciativas y emprendimientos sin la intromisión indebida del Estado y del gobierno.
3. Una acción ciudadana contra la violencia en todas sus formas, con énfasis en la violencia de género.
4. Una reforma constitucional que establezca y reconozca el pluralismo político y la plena recuperación de la soberanía de los ciudadanos.
5. Un Parlamento de Cubanos Libres, que junte en un mismo espacio de conversación nacional la diversidad de alternativas dispuestas a que sean los ciudadanos quienes tengan la última palabra sobre los caminos que debemos seguir, juntos, por el cambio democrático en Cuba. Para el CTDC, la primera meta que debemos satisfacer es la de la representación.
El CTDC sigue primordialmente la Ruta Constitucional. Un camino pacífico, de inclusión que, de la ley a ley, ofrece una vía activa por el cambio hacia el Estado de Derecho y unos mecanismos para reclamar por el respeto a nuestros derechos. Lo primero que se requiere en esta Ruta, donde se entrelazan el CTDC y el pueblo, es que los ciudadanos obtengan la Certificación Acreditativa de la Condición de Elector ?en el CTDC le llamamos Carnet de Identidad Cívico?, imprescindible para respaldar legalmente cualquier iniciativa de ley o propuesta de reforma constitucional.
Con los ciudadanos empezamos desde ya a caminar en el CTDC. La Lista del Consejo comienza a ampliarse. Desde líderes y lideresas que vienen trabajando por años, hasta jóvenes activistas que se van incorporando, y ciudadanos comunes, los más importantes, tenemos la certeza de que esta vez podemos.
La inteligencia colectiva de todo un pueblo, más inteligente que quienes le gobiernan, junto a quienes abren espacios organizados, inclusivos y plurales para el despliegue de esa inteligencia y la búsqueda de nuevos rumbos para Cuba y sus ciudadanos, son la mejor garantía para impedir que sigan destruyendo nuestras vidas y nuestras familias en nombre de nosotros.
La Lista del Consejo está abierta. ¿Te sumas?
La Lista del Consejo
La lista del Consejo recoge a quienes participan, se identifican y colaboran con el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, independientemente de su status, jerarquía, membresía o función. Es
una Lista que nos iguala en una triple condición que precede a nuestra elección política: como seres humanos, como individuos y como ciudadanos. Es una Lista de iguales en la diferencia, abierta a la
identidad que compartimos como co-partícipes de un proyecto. Es una Lista abierta a todos los ciudadanos. Lista para crecer.
1. José Daniel Ferrer
2. Marthadela Tamayo
3. María E. Mir
4. Elena Larrinaga
5. María M. Benítez
6. Frisia Batista
7. Diana Mendiluza
8. Félix Navarro
9. Eugenia Gutiérrez
10. Lissette Edward-Coperi
11. Zuleydis Pérez
12. Jorge L. Valdés
13. Alberto de la Nuez
14. Eddy Delgado
15. Ernesto Tamargo
16. Michael Lima
17. Iris Ruiz
18. Otoniel Cruz
19. Armando Cruz
20. Yoel Armenteros
21. Vismaika Melo
22. Lázara Fiallo
23. Yamilka Abascal
24. Eroises González
25. Siro del Castillo
26. Juan Francés
27. Pedro Acosta
28. Juan Goberna
29. Acelia Carvajal
30. Ramón Salazar
31. Fernando Palacio
32. Yasmani Jiménez
33. Eralidis Frometa
34. René Hernández
35. José Cabrera
36. Zoimara Menéndez
37. Nancy Alfaya
38. Jorge Olivera
39. Hernán Alberro
40. Hildebrando Chaviano
41. Osvaldo Navarro
42. Rolando Cásares
43. Dariem Columbié
44. Elsa L. Isaac
45. Rita Martin
46. Leanne Imbert
47. Manuel Cuesta
48. Nancy Niebla
49. Sheila Acosta
50. Luis A. Hurtado
51. Sandy Marrero
52. Gonzalo Hernández
53. Dunia Medina
54. Fabián Maceda
55. Vismaika Amelo
56. Nelva I. Ortega Tamayo