Queridos amigos y relacionados, hoy hace 10 días, el lunes 15 de enero se desarrolló un evento que aun hoy mantiene estupefactos a los ciudadanos de este país y al mundo al ratificarse con sangre la ignominia de un poder que nos oprime, que ha sido capaz de cometer un Crimen de Guerra que rubrica la infamia de este gobierno, que para vergüenza del mundo ha sido capaz de tales extremos con el fin de mantenerse en el poder, asesinando a hombres y mujeres, que valientemente osaron enfrentar sus designios despóticos, que es la herencia maldita del comunismo, que en Venezuela llaman sus adeptos: Socialismo del Siglo XXI. Y que no han vacilado en usar armas de guerra como Bazookas antitanques para pulverizar el sitio de los hechos. Hemos visto con profundo dolor, sangre, muerte y desolación, que nada ni nadie puede justificar hoy en el mundo civilizado y menos en esta América Latina y el Caribe a los que eufemísticamente llaman Zona de Paz. ¿Zona de Paz? La paz de los sepulcros. Ahora el gobierno venezolano ha descendido a las profundidades del averno, desatando un volumen de fuego que solo hemos conocido en las peores guerras de la humanidad, para capturar a un grupo de seis hombres y una mujer en una casa de vivienda del noroeste de la ciudad de Caracas, hecho que ya se conoce como: La masacre de El Junquito. Las evidencias están a la vista de todos, porque fueros trasmitidas en vivo y directo mientras transcurría el ataque y ahí quedan los testimonios de los que antes de morir habían expresado sus deseos de rendirse porque no tenían más alternativa, también la clara prueba de que la orden era matarlos, y los demonios lo hicieron de la manera más vil, con balazos en la cabeza o sea ajusticiados, y claro, ya no podían grabar a sus asesinos ni las balas que los mataron, que destrozaron sus cuerpos y acabaron sus vidas por la ferocidad de sus verdugos. No olvidaremos los nombres de estos mártires, que engrosan las filas del honor y la dignidad de los verdaderos patriotas de Venezuela: Jairo Lugo, Abraham Lugo, Daniel Soto, Abraham Agostini, José Díaz Pimentel, Lisbeth Ramírez y la figura central de este grupo de Quijotes, que fue Oscar Pérez quien herido, sangrante pero firme hizo un llamado al pueblo y dejó una prueba imborrable de un Hombre capaz de inmolarse frente a todos, por abrigar el sueño de redención de su país, al igual que sus compañeros.
Estoy seguro de que él, militar formado en cuerpos de seguridad nunca pensó que a un hombre rendido, se le pudiera ajusticiar como finalmente lo hicieron los esbirros de esta tiranía. Y sepamos que fueron los cuerpos de élite de este gobierno, los verdugos de esta masacre, con el añadido del apoyo de uno de los llamados colectivos que amamanta el régimen; encabezado por un connotado delincuente, mercenario a sueldo y dos secuaces, a los cuales no quiero ni nombrar, para no manchar estas cuartillas, pero vale decir que estos asesinos fueron a su vez asesinados por los militares de élite , sabe Dios por cuáles venganzas ocultas y para aparentar que habían sido muertas por el grupo de Oscar Pérez que no dispararon ni un tiro, esperando el resultado de una negociación para entregarse, lo que finalmente fue una trampa para tomarlos desprevenidos, y que resultó en una masacre. Lo demás está debidamente filmado y documentado. La sevicia de las órdenes impartidas por el alto poder al comando de este operativo no tiene perdón de Dios, horas y días para poder identificar los cadáveres, más horas y más días para sepultarlos (manu militari) sin que sus deudos lo autorizaran, sin que pudieran darle el último adiós de acuerdo a sus creencias, todas cristianas, e impidiendo a sus allegados acercarse a las parcelas mortuorias; antes hubo intentos de proceder a la cremación de los cadáveres pero el alerta cundió entre los dolientes y los milicos ejecutantes no se atrevieron a infringir esa atroz encomienda que pretendía borrar todo vestigio del horrendo crimen cometido en nombre de la injusticia que detentan los peores personajes que ha conocido la Historia Venezolana. Así de simple. Aun este miserable gobierno no ha comprendido que no es posible ocultar lo que todos hemos visto y escuchado de la boca viva de las víctimas en sus últimos alientos de rebeldía. Una vez más el mal está consumado.
Luego de una semana tensa y angustiosa donde se les agotaron las lágrimas a sus familiares, los miembros del grupo insurrecto han vuelto a la tierra. El último en ser sepultado fue Oscar Pérez que amaneciendo el pasado domingo a las 7.00 am cuando el camposanto todavía estaba cerrado lo enterraron en la parcela 42 A , la terraza más alta y de difícil acceso a pie, del Cementerio del Este. Pocos minutos después del enterramiento hasta allí llegaron decenas de personas que colocaron sobre su tumba una bandera venezolana, muchas ofrendas florares y hasta el uniforme de gala del expiloto del CICPC. Mientras tanto un manto tenebroso de silencio cómplice del Fiscal General de la República Tarek William Saab y del Defensor del Pueblo, Alfredo Ruiz Angulo fue ostensible, ya que enmudecieron ante el abominable hecho, mostrando su sumisión al régimen que los sustenta.
No puedo dejar de anotar que fueron muy pocos los dirigentes llamados de oposición que hicieron acto de presencia ante la morgue y el cementerio para exigir el respeto a los familiares de las victimas del crimen y solo tres representantes de la AN, estuvieron presentes, entre ellos la Dra. Delsa Solórzano (Brillante Diputada) y dos acompañantes más y la líder Corina Machado, que no para mientes en acudir junto al pueblo a compartir sus penas, De manera muy especial debemos rechazar la calificación de terroristas a los que han sido ¡Sí! Víctimas del terrorismo de estado, contra hombres y mujeres que han puesto su dignidad, honor y valor hasta por encima de sus propias vidas.
Cuando daba fin a esta triste crónica, la ANC anunció presurosamente por boca de uno de sus lobos feroces la realización de elecciones presidenciales antes del 30 del mes de abril, pateando de una vez la Mesa de Negociaciones que se ha estado realizando en República Dominicana entre la MUD y el oficialismo venezolano de la que dijimos en crónicas pasadas, que no llegarían a acuerdo alguno. Ahora el gobierno alega que esa decisión ha sido en respuesta a las sanciones que la Unión Europea y otros países han acordado frente al colosal desastre humanitario y de todo orden de nuestro país. ¿Quién no sabe que la fraudulenta ANC, constitucionalmente hablando no puede convocar ninguna elección? Porque ella misma es un fraude? Todos sabemos que este acto solo corresponde al CNE, como ya expresó uno de sus miembros, aunque es público y notorio que el CNE es el brazo electorero del ejecutivo para cometer sus fechorías y trampas. Y con este extemporáneo anuncio que tomó por sorpresa a la dirigencia opositora que aun no aprende como se bate el cobre frente a estos desalmados, desvía la atención de la masacre de El Junquito de la que ya nadie habla.
El caso es que ante esta nueva jugada del chavismo se imponen grandes decisiones con un profundo análisis y visión de futuro que pondrá a prueba a todo el liderazgo opositor, pero por encima de eso, la palabra sagrada y de orden es la UNIDAD, que hasta el presente ha sido solo un espejismo. ¿Aprenderán de una buena vez? Para terminar afirmo en buen cubano: – Ahora, “la caña se ha puesto a tres trozos”; amanecerá y veremos.
Pedro Pérez Castro.
Caracas, 24 de enero de 2018