Reseña de Reinol González

Roguemos de todo corazón al Señor Dios Padre por la Paz y descanso eterno de Reinol González.

Siendo muy joven Reinol González, que había sido el Secretario General de la JOC (Juventud Obrera Católica de Cuba), fue uno de los líderes sindicales que lucharon durante la dictadura de Fulgencio Batista, siendo su organización de base el sector bancario. Como dirigente de la JOC había adquirido protagonismo a partir de su participación en una importante huelga de los empleados bancarios. En 1957 se afilió a la Sección Obrera del “Movimiento 26 de Julio” junto con otro dirigente de la JOC, José de Jesús Planas. La militancia sindical los reunió en el Frente Obrero Nacional Unificado” (FONU) y ambos participaron en la preparación de la huelga general del 9 de abril (de 1958) que finalmente se frustró. Como consecuencia de ello, fue detenido por el aparato represivo de la dictadura, pero gracias a la mediación del Arzobispo de La Habana se pudo exiliar en Venezuela gracias a la ayuda del líder del movimiento de los trabajadores latinoamericanos y caribeños de la CLASC, Emilio Máspero, quien era su Secretario General; allí permaneció hasta la caída de la dictadura el 1ro de enero de 1959.

A su regreso a Cuba fue designado como Secretario de Relaciones Exteriores de la Confederación de Trabajadores de Cuba (C.T.C. Revolucionaria) y dentro de esta, busca asegurar la unidad de todos los sectores sindicales cristianos en la Unión de Trabajadores Cubanos (UTC). Es depuesto de su cargo, de Secretario de Relaciones Internacionales, durante la realización del Congreso de esta organización sindical en noviembre de 1959, fecha en que rompe definitivamente con el régimen comunista pasando a la lucha clandestina y a la lucha activa en las filas del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP).

En esta nueva etapa, Reinol González fue uno de los principales dirigentes de la resistencia clandestina en la lucha contra el régimen totalitario establecido por Fidel Castro en Cuba, siendo detenido el 12 de octubre de 1961 y condenado a 30 años de cárcel. Reinol permaneció encarcelado por dieciséis años y dos meses de su condena, al principio en el llamado “Punto X” centro principal de torturas del régimen, posteriormente en la Prisión Modelo de Isla de Pinos y otros centros penitenciarios, de la dictadura comunista, siendo liberado el 11 de diciembre de 1977 y puesto en un avión en compañía del escritor Gabriel García Márquez, quien había hecho gestiones por su liberación con el propio Fidel Castro. Nuevamente en el exilio, Reinol se une finalmente a su esposa Teresita y conoce a sus dos hijos mellizos que habían nacido después del estar encarcelado. Menos de un año más tarde en 1978 Reinol regresa a Cuba, junto con otros cubanos residentes en el exterior, para negociar la libertad de miles de presos políticos cubanos.

En esta nueva etapa lo más importante para Reinol fue su reencuentro/encuentro con su esposa y sus dos hijos. Teresita, impulsada por el amor que existía entre ambos, no dejó puerta que ella no tocara haciendo incontables gestiones para lograr su libertad. Ese amor ella lo duplicaba a sus mellizos, a quienes, como involuntaria madre soltera, tenía que cuidar, proteger, velar por sus realizaciones personales, y darles el cariño de ella y del padre ausente.

Reinol no dejó a un lado su amor por Cuba y su compromiso por su verdadera libertad. Gracias en parte a sus gestiones y a la ayuda que brindó Emilio Máspero y la Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), así como el entonces presidente de Venezuela, muchos de sus compañeros del movimiento de los trabajadores que se encontraban presos en la isla, salieron para ese país, y se unieron allí a la Solidaridad de Trabajadores Cubanos (STC), que tenía sus raíces de pensamiento socialcristiano en la Unión de Trabajadores Cubanos.

En 1982 Reinol participa, junto con los cubanos Valentín Arenas, Oilda del Castillo, Alberto Muller, Jesús Permuy y José Ignacio Rasco, en una reunión en Caracas, celebrada en la sede de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), auspiciada por el entonces Secretario General de dicha organización, el Dr. Arístides Calvani. El motivo de la reunión fue la de comenzar a buscar los caminos para lograr la integración de todas las organizaciones y personalidades social cristianas cubanas dentro de una gran organización.

Entre 1982 y 1988, Reinol, junto con destacado grupo de cubanos que habían luchado con él, tanto contra la dictadura de Batista, como contra el régimen totalitario, constituyeron en Miami el movimiento Reencuentro Social Cristiano, realizando varias reuniones y seminarios con la cooperación de Maribel Calvani y José de Jesús Planas, ambos del Instituto de Formación Demócrata Cristiana (IFEDEC), con sede en Caracas.

El esfuerzo iniciado en 1982, fue retomado posteriormente por el Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba (MDC) en 1988, bajo la presidencia del Dr. Rafael Sánchez, pidiéndosele al Dr. Laureano Batista que encabezara una convocatoria unitaria entre los distintos factores de la cantera social cristiana. Reinol González y los miembros de Reencuentro Social Cristiano, así como Alberto Muller y miembros del Directorio Revolucionario Cubano, así como también miembros de la Solidaridad de Trabajadores Cubanos y del Movimiento Revolucionario del Pueblo, se unieron enseguida al esfuerzo, Inclusive tanto Reinol como Alberto ayudaron a incorporar a otros factores importantes para el proyecto.

El 24 de febrero de 1989, se realiza la primera reunión del Comité Gestor con miembros del MDC y otras personalidades del archipiélago social cristiano, encabezados por Reinol González, Alberto Muller, Carmen Marth y Heriberto Fernández entre otros. En el mes de mayo de 1989, se celebra la segunda reunión y queda constituido un Comité Ejecutivo Gestor para darle continuidad a las negociaciones encaminadas a lograr la creación de un partido fuerte y solidario de los social cristianos cubanos. Este Comité quedó conformado por el propio Reinol González, Laureano Batista, Siro del Castillo, Carmen Marth, Marcelino Miyares, Alberto Muller, Alberto Pérez, Jesús Permuy, José de Jesús Planas, José Ignacio Rasco y Rafael Sánchez, quienes integraron un equipo plural en el que quedaba representado el archipiélago social cristiano cubano.

En honor a Reinol González, hay que apuntar que sin su participación, su trabajo, su compromiso y en varias oportunidades su mediación, la iniciativa de un partido demócrata cristiano no hubiera avanzado. Finalmente en reunión celebrada el 15 de septiembre de 1990, el Directorio de la Organización Gestora aprueba la constitución del Partido Demócrata Cristiano de Cuba y la celebración de su Congreso fundacional en 1991. Reinol se incorpora a la dirección del nuevo partido en la Secretaria General y comienza una importante labor por varios años dentro del quehacer político del PDC con el que, aunque en algunos momentos por problemas personales se tuvo que alejar de su participación física, siempre se mantuvo en contacto y su participación y aportes estaban a la distancia de una llamada telefónica.

Para muchos Reinol fue más que un dirigente sindical o político; como buen cristiano fue un ejemplo de una persona verdaderamente comprometida con los principios y valores del pensamiento social cristiano y la lucha por los mismos. Sus amigos disfrutaron de una solidaridad siempre presente tanto en los tiempos buenos, pero sobre todo en los malos. Sus compañeros de lucha y de prisión lo vieron siempre al frente dando el ejemplo. El amor por su familia lo demostraba y lo transmitía, siempre era parte del tema en sus conversaciones. En el fondo para muchos Reinol González fue un cubano siempre comprometido con los destinos de su país y un ser de extraordinaria calidad humana. Llegue nuestro más sincero pésame a su esposa, a su hija e hijo, y a sus nietos y nietas. Roguemos de todo corazón al Señor Dios Padre por la Paz de su descanso eterno.

Siro del Castillo.

 

 

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