El presidente Raúl Castro no asistió a la Cumbre. Tampoco Donald Trump viajó a Lima, sino el vicepresidente Mike Pence.
El ministro de Relaciones Exteriores dirigió la delegación oficial, acompañado por el ministro de Comercio Exterior e Inversiones. Ambos hablaron también en la fiesta de la delegación de la “sociedad civil revolucionaria”, amenizada por la orquesta Revé, el 14 de abril.
Bruno Rodríguez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), muy posiblemente continúe su ascenso como vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la sesión de la Asamblea Nacional, donde Raúl Castro y otros históricos cesarán el 19 de abril.
Algunos cubanólogos lo mencionan como probable presidente de la Asamblea Nacional, pero ese cargo siempre ha sido ocupado por altos dirigentes desechados –pura fachada. Rodrigo Malmierca podría continuar su ascenso, como sustituto del vicepresidente Ricardo Cabrizas. Su carrera se inició desde la base en el sector, lo cual no ha sido común entre los altos funcionarios en Cuba.
Raúl Castro parece apreciar su desempeño. Es miembro del Comité Central del PCC. Abel Prieto, ministro de Cultura, fue dejado en Cuba, quizás para que no continuara desvirtuando internacionalmente el prestigio del quehacer cultural, como hizo en la Cumbre de Panamá, al encabezar las confrontaciones efectuadas por la llamada sociedad civil revolucionaria. Mientras tanto apareció en la televisión cubana durante recorrido por la Feria del Libro en provincias.
La Habana, 16 de abril de 2018.
Miriam liva
Periodista Independiente