“POTENCIA MÉDICA” AL DESNUDO

REPORTE DE DERECHOS HUMANOS EN CUBA

Noviembre 12, 2018

 

La calamitosa situación de los servicios médicos en Cuba afloró con fuerza en los últimos días. A la falta de dinero por la quiebra financiera del Estado el régimen añade el envío de médicos al extranjero para confiscarles el 75% de sus salarios.
Teóricamente Cuba es uno de los países del mundo con más médicos por cada 1,000 habitantes, pero hay decenas de miles de ellos en el extranjero. Los galenos que prestan servicio en Cuba son cada vez menos y la atención primaria de la familia ha sido reducida drásticamente.
Según datos oficiales y del Banco Mundial en 2010 había 36,478  médicos de la familia, pero en 2017 solo quedaban 13,131. Son 23,347 doctores  menos. Y con el envío masivo de especialistas y cirujanos al exterior todo el sistema de salud ha venido a menos.
En 2017, año en el que el régimen reportó ingresos por 11,379 millones de dólares por la exportación de servicios profesionales, apenas se invirtieron $428 millones en la salud pública.
Por eso han sido cerrados 64 hospitales y el país perdió un 32% de la capacidad de hospitalización,  los pacientes hacen regalos a médicos y dentistas para poder ser atendidos, muchas operaciones no se realizan por falta de cirujanos  o de lo necesario para operar,  los médicos ganan tan poco que muchos abandonan la profesión y venden artesanías en la calle o son choferes. Aumenta la insalubridad nacional, por lo que las epidemias y la falta de medicamentos se extienden en escalas alarmantes.
El deterioro de la infraestructura hidráulica en el centro del país también está golpeando fuerte a varios hospitales de la región que no pueden funcionar con normalidad porque sufren desde racionamiento diario del abasto de agua hasta cortes en el suministro por más de tres días, según trabajadores y usuarios de esos centros. Tan reciente como ayer hemos conocido de varios hospitales importantes en el centro de la isla que han cancelado o postergado sus planes de cirugía debido a la carencia de agua potable.
La única buena noticia fue que el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que se acabó la explotación de médicos cubanos  en ese país. Si los mantiene en Brasil cobrarán su salario íntegro, podrán revalidar sus títulos y sus familias podrán estar con ellos.
Ya los cubanos saben que Fidel Castro los engañó por partida triple: 1)  la “revolución” nunca fue capaz de sufragar los costos de la salud, que en verdad eran cubiertos con los subsidios de la URSS;  2) utilizó el dinero del Kremlin para venderse como el gran benefactor humanitario en el exterior y atornillarse en el poder en Cuba;  y 3) el objetivo final de las graduaciones masivas de médicos era exportarlos y confiscarles sus divisas, no  ayudar a los países pobres como él decía.
Al acabarse los subsidios soviéticos  los servicios médicos se desplomaron y quedó al descubierto su cuño,  nada autóctono: “Made in USSR”. La “potencia médica cubana” es una estafa.
Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC)

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