¿Por qué ahora la normación del trabajo?

Los colectivos laborales y los sindicalistas independientes deben estar alertas ante las verdaderas intenciones de la CTC

MARTES, 3 DE JULIO, 2018 | 3:00 AM

NOTA: LA NORMALIZACIÓN DESAPARECIÓ DE LA ORGANIZACIÓN SOCIALISTA DEL TRABAJO, ANTE LA EVIDENCIA DE UN SISTEMA DONDE TODOS ERAN EMPELADOS PÚBLICOS Y EL ESTADO TOTALITARIO PLANTEA QUE «EL QUE NO TRABAJA NO COME» LUEGO SIENDO EL ESTADO EL ÚNICO EMPLEADOR , TUVIERON QUE AUMENTAR LOS EMPELADOS EN LAS «EMPRESAS», MINISTERIOS Y DEMÁS AL INSTITUCIONES PÚBLICAS -LOS ÚNICOS EMPLEADORES- Y POR CONSIGUIENTE, LA PRODUCTIVIDAD DE CADA TRABAJO, SE SOMETIÓ AL CRITERIO DE EMPLEAR MÁS PERSONAS Y NO A ESTRUCTURAR EL TRABAJO NORMALIZADO, PRODUCTIVO Y ORGANIZADO. ERA IMPERATIVO CONTRATAR MÁS TRABAJADORES E INCLUIRLOS EN LAS NÓMINAS ESTATALES, SACRIFICANDO NORMAS Y LA ORGANIZACIÓN RACIONAL DEL TRABAJO (1)

LA HABANA, Cuba.- Hay que estar alertas ante las verdaderas intenciones de la oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

Durante el período especial en los años 90 prácticamente desaparecieron la normación y los estudios de organización del trabajo en las entidades y empresas cubanas. Y hasta cierto punto era lógico que eso sucediese, pues qué norma se iba a implantar si apenas había insumos y materias primas para acometer las producciones.

Sin embargo, la normación del trabajo no fue debidamente retomada una vez que la economía diera algunos signos de recuperación hacia la segunda mitad del citado decenio. Al contrario: la plaza de normador fue eliminada de la plantilla de muchos centros laborales, y en consecuencia los especialistas que se dedicaban a esa tarea emigraron hacia otras labores. Además, los estudios de normación y organización del trabajo apenas existen en los programas relacionados con la economía en los distintos niveles de enseñanza.

Tal situación se mantuvo durante la última etapa de Fidel Castro, e incluso no se apreciaron cambios significativos en la actualización del modelo económico que llevó a cabo Raúl Castro. Ello a pesar de que ciertos documentos partidistas y gubernamentales, como los Lineamientos y la Conceptualización del Modelo Económico y Social, se referían a las normas y la organización del trabajo.

Así las cosas, el periódico oficialista Trabajadores publicó en su edición del pasado 25 de junio un dosier dedicado al tema de la normación y los estudios de organización del trabajo. En el artículo titulado “Claridad en las metas, como pedía el Che”, después de reconocerse que los estudios de organización del trabajo y la normación están prácticamente perdidos del espectro laboral del país, el articulista apunta que “la dirección nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC)  nos instó a abordarlos y, sobre todo, a indagar por qué no se les da la prioridad merecida”.

Nadie podría negar la importancia de estos temas, así como la conveniencia de su aplicación en las actuales condiciones de la economía cubana. Asuntos como la disciplina laboral, la aplicación de los sistemas de pago, y la calidad de las producciones, entre otros, reclaman la existencia de normas científicamente aplicadas.

No obstante, cualquiera podría preguntarse el porqué de que estos temas salgan a la palestra en este momento, cuando en todas las asambleas sindicales previas al XXI Congreso de la CTC afloran las peticiones de aumentos salariales ante el incremento de la carestía de la vida.

Si la CTC se distinguiera por defender los intereses de los trabajadores, no habría dudas en el sentido de que el objetivo de la central sindical sería exigir normas de trabajo menos tensas en aras de que los trabajadores cumplieran y sobre cumplieran sus metas productivas y accedieran a mayores ingresos.

Sin embargo, conociendo que la oficialista CTC con frecuencia prioriza los intereses gubernamentales, no sería de extrañar que el móvil de su gestión fuera la elevación de las normas laborales para que no hubiese sobre cumplimientos y así atenuar las solicitudes de incrementos salariales.

En esas circunstancias toca a los colectivos laborales y a los sindicalistas independientes estar alertas ante las verdaderas intenciones de la CTC al tratar de desempolvar ahora un asunto que yacía en los brazos de Morfeo.

(1) Nota de  R.Fernández Rivero

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