Marlene Azor Hernández, Ciudad de México
Todo parte de un Convenio internacional de derechos humanos, obliga al gobierno a presentar un informe cada cuatro años a los Comités correspondientes de la ONU, que evalúan el estado de cumplimiento e incumplimiento de los compromisos contraídos ante las Naciones Unidas.
El Gobierno cubano se distingue por violar este reglamento y presenta sus informes cuando lo estima conveniente y por largo períodos no informa sobre el cumplimiento del Convenio de que se trate. Los Comités evaluadores y las ONG internacionales resaltan lo tardío del Gobierno cubano en entregar sus informes y conclusiones, ante los Comités y ante la reciente Evaluación Periódica Universal en Naciones Unidas en mayo de este año.
La Convención contra la Tortura y los tratos crueles y degradantes de la cual el gobierno cubano es estado parte, fue evaluada en 2012 y no ha vuelto a evaluarse. La convención contra todas las formas de discriminación contra la mujer fue evaluada en 2013 y no ha tenido más evaluación. La Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad. Ratificado en septiembre de 2007. No ha sido evaluado en la ONU.
Esta veleidad del Gobierno cubano para eludir la evaluación de sus compromisos internacionales demuestra su falta de voluntad política para cumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Peor aún, la tardanza o ausencia de informes y la ausencia de estadísticas sobre los delitos que condenan estas Convenciones, demuestra la arbitrariedad del sistema político cubano para violar sistemáticamente todos los derechos humanos en Cuba. Los informes que presenta el Gobierno a Naciones Unidas adolecen de lo mismo que el discurso oficial cubano: generalidades de “buenas intenciones” inaprensibles y sin fundamento en la realidad, y ausencia de monitoreo de las violaciones de derechos humanos en Cuba.
En Cuba se desconoce los compromisos internacionales de derechos humanos que el gobierno ha ratificado y los señalamientos que han hecho los comités evaluadores sobre el incumplimiento de los convenios en los cuales es Estado parte. Esto ha sido un señalamiento de todos los comités evaluadores: no se difunden dentro del país, los compromisos adquiridos por el Gobierno en Naciones Unidas, ni el Estado de cumplimiento de los mismos.
Todos los comités de Naciones Unidas que han evaluado las convenciones ratificadas por Cuba señalan lo tardío de los informes, informes que no cumplen los estándares de presentación en Naciones Unidas por la falta de estadísticas y de medidas concretas para evaluar las violaciones, la ausencia de castigo a los infractores, la ausencia de indemnización a las víctimas de las violaciones de derechos humanos por parte de las propias autoridades del país.