por Pedro Pérez Castro.
Estimados amigos. Hoy es el día 70 de la rebeldía civil de este bravo pueblo, y ya los asesinados por los estamentos policiales y guardia nacional de este país han llegado a la terrible cifra de 67 muertos; en crónicas pasadas dije que no escribiría para dar noticias, sino para expresar mis humildes criterios frente a lo que está sucediendo aunque ya perfectamente, cada acontecimiento es una noticia, también dije que mis crónicas, las escribiría sin periodicidad determinada, sino cuando a mi entender lo creyera necesario. Ha llegado el momento de hacer la crónica 6 y expresarme como lo haría la gran mayoría del pueblo venezolano, con la diferencia de que poseo los medios para hacerlas llegar a los que buenamente quieran leerlas.
Al hacer mi meditación matinal para repasar los sucesos, me di cuenta de lo mucho que tendría que escribir desde el día 01 en que escribí la crónica 5 , pero necesitaría muchas cuartillas, para opinar sobre cada una de las situaciones, por eso quiero dedicar esta crónica a Neomar Lander, de 17 años, que hasta ahora sé es la última víctima de este gobierno genocida cuyas atrocidades han llegado hasta el último confín del planeta y cuyas acciones vesánicas no se detienen en su afán voraz y enfermizo de mantenerse en el poder aun a costa de teñir con sangre de sus inermes hijos las calles de pueblos y ciudades.
Neomar, no es una víctima más sino una vida menos arrebatada por las huestes mefistofélicas, que conducen por ahora los destinos de esta Nación. Permítanme a este añejado roble cubano hincarme de rodillas y pedir paz para su alma de niño, que se inmoló por su patria. Esta atrocidad enardece al más débil y timorato de los hombres e indigna a toda la humanidad. Y claro, una vez más salieron los demonios de este infierno a acusar a Neomar de terrorista pagado de la oposición, con nombres y apellidos, cosa que ha sido desmentida por la familia de este joven, cuya hermana menor ha manifestado su deseo de continuar en la calle luchando contra la represión como su hermano; y su mamá con espartano coraje ha dicho: “la lucha vale por el futuro de todos”. Mientras Tanto, en las huestes del maligno y en desenfrenada carrera tratan de justificar lo injustific able. A velocidad meteórica continúan obligando a los más de 2 millones de empleados públicos, a sus comunas y comprometidos famélicos a firmar su aceptación por la propuesta prostituyente, mientras enfilan su artillería verbal contra la fiscal General, a la que califican de traidora porque ha osado con argumentos verdaderamente constitucionales, enfrentar ese desafuero que ya ha sido condenado por los mejores, talentosos y abundantes Juristas venezolanos. Una pléyade de abogados Constitucionalistas que han puesto al desnudo las malvadas intenciones de ese adefesio jurídico, como un manto tenebroso de la tiranía que ya muestra sus costuras. Y qué decir de las Fuerzas Armadas, en cuyo mando supremo está el Ministro de la Defensa, que apuntala las decisiones odiosas de sus bayonetas. Lo traigo a colación, porque hace algunos días ha tenido una expresión que a todos ha dejado perplejos: “No quiero ver más atrocidades de la guardia nacional bolivariana y la policía nacional bolivariana contra los manifestantes opositores”. Después de haber expresado que los venezolanos tenían derecho a manifestarse. Recuerdo la conocida exclamación del finado expresidente Luis Herrera Campins: “Tarde piaste pajarito”. Porque mi General; todo este proceso represivo para la pretendida imposición del socialismo del Siglo XXI es una atrocidad.