Mis queridos amigos y relacionados, faltando apenas dos semanas para que termine este año no puedo sustraerme al deseo y la necesidad de volver a la carga para continuar la zaga de mis crónicas que ya suman 17 desde el 10 de Mayo en que comencé a expresar mis apreciaciones y criterios sobre el fenómeno venezolano, que cada vez se torna más increíble, pero que es la realidad que me ha tocado vivir y que recojo en estas líneas que a ustedes trasmito, contando con el favor de vuestra generosidad al leerlas.
Desde ya les digo que esta vez mis expresiones irán más allá de las cuartillas acostumbradas por los diversos aspectos que llevan su contenido.
Cómo buen cubano que soy, no puedo dejar de observar las coincidencias de las fechas en que estamos. En efecto, esta decimoséptima crónica se escribe el 17 de diciembre día de altísima significación para el pueblo cubano y la religiosidad popular, puesto que hoy celebramos el día de San Lázaro, cuando en la ciudad de La Habana realizan una multitudinaria peregrinación al Santuario que en su nombre, fue erigido en las afueras de la capital, donde cada año acuden una riada de compatriotas, para pagar sus promesas o para pedir alivio y consuelo para sus enfermedades y penurias, implorando la misericordia de este milagroso santo que en la regla de Ocha o más bien la santería se conoce con el nombre de BABALÚ AYÉ al que los adeptos llaman EL VIEJO . La liturgia católica lo representa como hermano de Santa Marta, como un hombre que se desplaza con muletas, acompañado de dos nobles canes a sus pies, al que Jesucristo dijo en su día: – ¡Levántate y anda!
Amigos pues así va Venezuela; con muletas, caminando a duras penas hasta que una fuerza divina representada en los hombres de buena voluntad le digan a esta otrora generosa nación: – ¡Levántate y anda!, para surgir de las ruinas en que la han convertido los hombres que la dirigen bajo el signo tenebroso de la hoz y el martillo, y que Dios nos acompañe en esa ardua tarea.
Pero el eje central de estas opiniones de hoy, se refieren al título de este trabajo; parodiando el título de la famosa novela del escritor QEPD Gabriel García Márquez, nos referimos al actual proceso llamado DIÁLOGO y que los expertos en soluciones de conflictos, con acierto llaman negociaciones entre gobierno y oposición, esta última representada por la Mesa de la Unidad Democrática, (MUD) que reitero, no es toda la oposición que es mucho más que la simple representación de partidos y partiditos políticos, cuyos errores no han logrado enrumbar una estrategia seria para salir de esta desgracia y digo que es la crónica de una muerte anunciada , porque han fracasado ya los diferentes procesos que la MUD orientó, habiéndose perdido todos los esfuerzos realizados por el pueblo opositor, con la pena de haberse perdido más de 126 vidas de hombres y mujeres que se enfrentaron a la vesania y las armas de lo que ya no es una dictadura, sino una tiranía de la peor calaña, corrupta , enferma de poder, impávida ante el sufrimiento de sus hijos, inmisericorde ante una ostensible crisis humanitaria, chantajista , hambreadora y mentirosa, amparada en las bayonetas y las armas compradas a Rusia y a China, para someter a un pueblo indefenso que huye ofreciendo su capital humano a cualquier país del mundo que los acepte y le ofrezca refugio, paz y trabajo Cómo es posible que se haya permitido una nueva ronda de negociaciones en la bella Quisqueya, sin que el poder que nos gobierna haya cedido en una sola de las condiciones que se han planteado por los representantes de la MUD. Todos sabemos que esto no es más que un engañabobos para los ilusos que crean en una solución negociada con estos felones de turno cuya orientación viene del gobierno cubano, que nunca va a abandonar sus pretensiones de chuparse hasta la última gota de sangre de las riquezas de esta nación y cuyas marionetas son la escoria de la sociedad venezolana, que se han repartido el erario público, sumiendo en la pobreza a la mayoría de nuestra población.
Los capitostes voceros de este régimen como el capitancito Cabello y el jefe negociador Jorge Rodríguez, han dicho públicamente que no cederán a la libertad de los presos políticos y mucho menos a la sustitución del Consejo Nacional Electoral que es la garantía del fraude y la trampa, harto comprobados. Y ni pensar eliminar el espúreo Congreso Nacional Constituyente (CNC) que entre gallos y medianoche fue nombrado por el gobierno y cuyo suprapoder interviene en todos los estamentos del Estado, ah… pero ya está señalada la nueva ronda para el 12 de enero próximo, porque estamos en Navidad y fiestas decembrinas y hay que celebrarlo.
¿Es que la MUD todavía no aprende? ¿Quién ha visto eso?, en medio de una descomunal crisis, con niños muriéndose de desnutrición en los hospitales, con la hiperinflación inimaginable, con precios exorbitantes incapaces de ser cubiertos por el bolsillo de la gran mayoría de los venezolanos. ¿Celebraciones de qué?, ¿fiestas de qué? ¿con qué vamos a festejar? En los ridículos bailes del presidente y su consorte en las plazas públicas en compañía de sus acólitos rojos, con una cajita de comida pobre y poca, que les dan mediante el llamado Carnet de la Patria que les obligan a poseer para recibir las migajas que además tienen que comprar a precios subsidiados; pero así son las cosas, aunque el mundo civilizado que sí celebra la Navidad no quiera creerlo. Aquí todos sabemos que el gobierno lo que hace es sólo ganar tiempo e inventa cualquier cosa para lograr sobrevivir, como lo de la nueva moneda que denominan Petro Mientras la antiguamente poderosa PDVSA esta arruinada y tiene comején en sus entrañas o lo que es más claro ha sido y es un nido de víboras ya develado Y no voy a abrumarlos más con las verdades que constato a diario, porque a pesar de todo esto somos mayoría los que sufrimos este Socialismo del Siglo XXI. Pero aquí estamos y aquí seguimos
Por último, repito mi exhortación de siempre: -Este es un bravo pueblo cuya fe y esperanza no morirá jamás seguros de que cuando la noche es más oscura es que se acerca el amanecer. Renacerá la aurora de la libertad, la justicia y la paz. Si ya se, la pregunta es ¿Cuándo? Pues paciencia y lucha permanente. No podemos erradicar este cáncer de casi 20 años en 20 días o 20 semanas. La carrera es larga. Amanecerá y veremos.
Ahora reitero a todos mis amigos y relacionados que son muchos mis mejores deseos de salud, prosperidad y paz en estas Navidades y en el próximo año.
Fraternalmente: Pedro Pérez Castro
Caracas, 17 de diciembre de 2017