Crónica 4: Año del bravo pueblo de Venezuela

Primero que todo reiterar mi gratitud a los que han seguido pacientemente mis crónicas, que como ya dije, serán una zaga de estos inauditos e inéditos acontecimientos, cuyos autores principales, constituyen el bravo pueblo venezolano, que continúa diciendo: ¡BASTA! De represión y abuso y que enfrenta con denuedo a la fuerza represiva uniformada, de los diferentes cuerpos militares agrupados en la Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB ) que bajo las órdenes de un Mefistófeles enloquecido cree que podrán mantenerse en el poder, dirigiendo el infierno que ha desatado a lo largo y ancho de este país.

No queda rincón de Venezuela donde no se levante no una, ni diez ni cien, ni mil, ni un millón de voces de protesta y rebeldía civil, sino millones, y así la mayoría del pueblo sin discusión alguna; mientras este gobierno disoluto, enajenado, pero desesperado intenta inútilmente imponer un nuevo pacto social al que llaman: Constituyente Militar, Constituyente Empresarial, Constituyente Obrera, Constituyente Educativa, Constituyente Campesina, etc. etc. y así cualquier soberano disparate que se ocurra a la cúpula dirigente que no pueden ser peores en materia de gobernanza y que de arrancada, violentan la llamada “Mejor Constitución del Mundo”. ¿Y entonces?

En su fallido afán de imponer (como sea) el Socialismo del Siglo XXI, con el padrinazgo del gobierno cubano, cuya antigua aspiración de dominar a la América Latina- Caribe a través de las riquezas probadas de esta tierra de gracia, ha tropezado de frente con la dignidad y el honor de un pueblo bizarro que se juega la existencia como nación. Por eso, el verdadero tesoro del Dorado venezolano; su juventud entrega cada día una nueva víctima a las fauces de este monstruo de insania sin límites, sin entender que más pronto que tarde, aquí, “la justicia tarda, pero llega”.

Después de 58 días de rebeldía nacional y de más de medio centenar de caídos por el fuego de los peores esbirros que conozca la historia de Venezuela; como homenaje de profundo dolor por esta juventud indoblegable menciono al último de los sacrificados por su Patria de que tengo conocimiento hoy: César David Pereira Villegas de 20 años estudiante de Publicidad y Mercadeo, en Lecherías, Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui, quien resultó herido de muerte en el abdomen. Paz a sus restos.

Y para finalizar mi crónica de hoy les adjunto una sorpresa que creo, la tecnología me permita hacerles llegar. Para muestra un botón. Aquí está un proyectil de gas y pimienta usado por las “FANB” para reprimir a los manifestantes. Pero ni con eso podrán detener el caudaloso río de la protesta cívica que cesará solamente cuando este gobierno de horror escuche la voz del pueblo. Y va tener que oírla: ¡A juro!

Pedro Pérez Castro

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