ASAMBLEA NACIONAL Y CONSTITUCIÓN PARA REAFIRMAR EL INMOVILISMO

Perplejos los cubanos comentan la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, realizada el 3 de junio. Todo va para peor, dicen.

La comisión para redacción de la reforma de la Constitución  resultó el principal acuerdo. El general de ejército Raúl Castro, exultante en su 87 cumpleaños, reapareció para dirigirla y reiterar que el socialismo es irrevocable y el Partido Comunista es la fuerza dirigente superior dela sociedad y el Estado.

El principal ausente fue un plan de emergencia para socorrer a los cientos de miles de damnificados por la tormenta tropical Alberto y afrontar la crisis alimentaria y económica, cuando comenzó  la temporada de huracanes, extendida hasta fines de noviembre, presagio de  mayores desastres.  Tampoco se ofreció condolencias a los familiares de los fallecidos ni se mencionó los desaparecidos. Todavía se espera al presidente Díaz-Canel y el general de ejército Raúl Castro en las zonas, muchas aún bajo la lluvia.

Nada se habló sobre la devastación de gran parte del país, inmerso en las inundaciones, con comunidades aisladas, los servicios básicos colapsados, viviendas y enseres destruidos,  pérdidas de las siembras de alimentos esenciales, como arroz, el tabaco exportable, ganado y los grandes daños en la industria.

Todo esto cuando aún se procuraba la recuperación de los estragos ocasionados en todo el país por el huracán Irma, en septiembre pasado, la zafra azucarera apenas sobrepasa el millón de toneladas y habrá que importar azúcar, el turismo hasta abril quedó alrededor del 7% por debajo de lo esperado, y “en el segundo semestre de 2018 hay que situar los recursos donde resulten imprescindibles y buscar soluciones con los inventarios disponibles y las producciones locales” según informó Alejandro Gil, viceministro primero del Economía y Planificación en la reunión del Consejo de Ministro, el 29 de mayo, según Granma del 31 de mayo. No hay liquidez (dinero) para pagar los créditos ya obtenidos y existen dificultades para lograr nuevos prestamistas. Además hay que honrar los compromisos asumidos al lograr la cancelación de deudas con el Club de París y otros acreedores. Las inversiones extranjeras lejos de aumentar se alejan, y la Zona Especial de Desarrollo de Mariel no crece.

La reapertura del trabajo por cuenta propia y las legislaciones prometidas no se han mencionado en la Asamblea Nacional, cuando podrían ser la principal ayuda a las personas y el país para afrontar el caos económico y productivo. Incluso podría convenir al gobierno para mantener el “status quo” de represión solapada a la inconformidad existente, pero temerosa de expresarse para poder “sobrevivir” en esta sociedad donde todo está prohibido, por tanto todo es ilegal.

La dependencia de las remesas y los viajes al extranjero para traer mercancías que vender son los salvavidas de los cubanos, imposibilitados de vivir de su trabajo y evadir la corrupción, pues los salarios y pensiones son miserables y cada día se alejan más las posibilidades de incrementos. Para el gobierno esto resulta imprescindible también.

Tampoco se abordaron los cambios económicos esenciales en la sesión extraordinaria. La agricultura clama por la relajación de las restricciones y el abandono definitivo de prácticas probadamente ineficientes, que en los últimos dos años han sido restauradas. La unificación monetaria y cambiaria continúa diferida, y de realizarse en las actuales condiciones lesionaría grandemente a la población.  Mientras tanto, la doble moneda y las tasas de cambio agreden a las empresas estatales, así como las posibilidades de inversiones extranjeras y el turismo.

Las comisiones asambleístas sesionaron el 4 de junio para escuchar informaciones de los ministros y otros directivos nacionales sobre la situación existente en sus ramos.  ¿Los bueyes detrás de la carreta o acaso se reunirá nuevamente la Asamblea para tomar las medidas emergentes imprescindibles para afrontar el caos actual?

La población ya comenzó a ser inundada con la propaganda y las asambleas de los preparativos para el gran “proceso democrático” con vista a la reforma de la constitución.  Desde hacía meses estaba sometida a las reuniones para los congresos de las organizaciones llamadas de masas. Sin embargo, no podrán sobreponerse al incremento de las carencias, la desesperanza y la incredulidad.

La Habana, 4 de junio de 2018

Miriam Leiva

Periodista Independiente

Publicado en cubanet.org

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