HAY QUE HACER Y EQUIVOCARSE. Por Raúl Fernández Rivero.

¿Se aprende con los libros y los estudios?

No, así se obtiene información importante para poder actuar. Pero solo se aprende actuando, haciendo. Tus virtudes, tu ética y tu moral- que has recibido de la familia, de tus maestros y de personas que admiras en tu entorno intelectual- unido al contexto espiritual en que te has formado o escogido en algún momento, te servirán para que tu actuar sea ético y valioso, para ti y para los que te rodean, en tu trabajo, en tu centro de estudios y en el país que vives. Ese actuar, que siempre en mayor o menor medida influye en tu comunidad, debe dirigirse al bien común. El bien común incluye tus deseos y necesidades y se satisface en una comunidad de intereses y sueños.

Y debes saber que vas a equivocarte, por mucho que te informes y busques en libros y recibas consejos. Y de cada error se aprende y ese aprendizaje es factor decisivo en tus futuras acciones. El homo sapiens es un ser consciente, creador, que busca superarse y por eso vive en continúo actuar y crear.

Cuando no se actúa, cuando no se participa, no se aprende. Igual, cuando no se arriesga no se gana. Es haciendo -bajo el honor que has creado y en el que te has formado- es que creces, siempre por toda tu vida hasta el último aliento.

Día tras día, a veces sin saberlo, obtenemos conocimientos e información y mejoramos nuestra base ética, bajo la que actuamos, hacemos y pensamos.

Un día verás que ya tu cuerpo se desarrolló y has alcanzado tus parámetros físicos como la estatura y desarrollo corporal, pero tu espíritu sigue creciendo… si lo alimentas sabiamente. Tú y sólo tú decides con qué. ¿Con basura o con valores? Tú decides cómo. ¿Crecerás equivocándote? Sí, y no te amargues por eso, siempre se gana cuando se actúa. Descubrirás que estás en lo cierto y aprovecharás esa acción o aprenderás de tu error para la próxima ocasión. En realidad actuando, participando, haciendo, nunca se pierde: o ganas o aprendes.

Más, sólo se purifica tu espíritu, se valoriza tu conocimiento, si eres capaz de aprender de tus errores. De analizar que no supiste completar o que no supiste aclarar o que tienes que estudiar para no cometer otro error. Y eso comienza por aprender a reconocer cuando te equivocas y a continuación modificar lo necesario o recapacitar sobre lo actuado para el futuro.

Por eso hoy, te deseo provechosos errores en el próximo año. Los cometerás, pero si estás dispuesto aprenderás mucho de ellos y serás entonces mejor persona, mejor amigo, mejor compañero, mejor esposo, mejor padre.

¡Feliz año 2019¡

Deja un comentario