HA FALLECIDO EL ILUSTRE CUBANO Dr. VALENTÍN ARENAS

El mundo académico, civil y católico está de luto por la partida física de Valentín Arenas, abogado y docente universitario que durante casi medio siglo formó a una generación de venezolanos tras partir de Cuba por ser un perseguido de la revolución.

Padre de nuestra compañera de labores Macky Arenas en Globovisión, fue el primero de la promoción de abogados donde se graduó Fidel Castro, y jefe del Programa de la Alianza para El Progreso del presidente de EEUU, Jhon Fizgeralt Kennedy, para Venezuela en el gobierno del presidente Rómulo Betancourt.

Cubano de origen, pero “venezolano de corazón”, Valentín Arenas Amigó llegó a tierras criollas hace casi seis décadas, en el año 1961, luego de estar 3 meses refugiado en la embajada argentina de La Habana.

Por más de 40 años fue profesor en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Y desde sus columnas compartió sus experiencias como parte activa en el proceso revolucionario cubano de finales de los años 50 y principios de los 60.

Conocedor personal de Castro, advertiría desde Caracas en diálogo con su hija Macky que “Fidel podó todo desde un primer momento y de golpe”. Pues aunque en principio fueron compañeros de estudio, terminó siendo perseguido por el G2, el cual vigilaba su casa.

En marzo de 2017 comentaría a Prodavinci que siempre consideró un error dejar la isla. No obstante, “pudo más el afecto paterno hacia mis hijos y mis hijas”, porque “si mis hijos se quedaban en Cuba, iban a dejar de ser hijos míos”.

Al elegir el nuevo destino de su familia tuvo múltiples opciones -incluidos Estados Unidos, España y México- pero eligió Caracas. En una entrevista contó el porqué:

“…Prefería que mis hijos se educaran como latinos, se sintieran identificados con nuestras raíces y cultivaran nuestras costumbres, tradiciones; que hablaran bien el español.

“Venezuela es un país noble y mi padre tenía amigos acá. No me equivoqué. Nos recibieron con los brazos abiertos, acá nació mi hija menor y acá hemos vivido ininterrumpidamente. Nuestra familia ha crecido y pudimos progresar.

“Mis hijos se sienten profundamente venezolanos y yo, sin la más mínima modestia, quiero a Venezuela tanto o, cuidado si más, que cualquier nacido en este país.

“Escogí libremente a Venezuela como patria adoptiva, a pesar de que a todos extrañó mi decisión teniendo tantas posibilidades en los Estados Unidos. Siempre me he sentido en Venezuela como en mi patria. Debemos mucho a este país y por ello de aquí no me voy, aunque, por supuesto, no es grato ver la película por segunda vez”.

Graduado Cum Laude en leyes, Arenas fue además de abogado, profesor universitario. Dictó la cátedra de “Instituciones Políticas” y estuvo al frente del Seminario sobre Desarrollo y Humanismo de la UCAB, casa de estudios superiores de la cual fue director de la Escuela de Derecho.

Además de escritor, fue columnista de los diarios nacionales 2001, El Nuevo País y El Universal. Perteneció a la Agrupación Católica Universitaria de profesionales, y defendió a capa y espada su convicción religiosa, pues contaba con “una mentalidad católica muy definida” y “le daba prioridad a los valores espirituales”.

Con más de 90 años de edad, en 2017 respondió sobre el balance de haber vivido en Venezuela: “Espiritualmente, que creo es lo más importante, conseguí sustituir a mi patria de origen por una patria adoptiva, pues yo escogí libremente a Venezuela; y no porque fuera un país rico, ni para ganar mucho dinero. Lo escogí por una razón patriótica, romántica”.

Su logro más importante en la nación sudamericana fue: “Haber formado a muchos venezolanos con valores del cristianismo, dándoles una orientación política correcta. La formación de generaciones de venezolanos es mi mayor logro. Y por supuesto, una familia de seis hijos que va por los catorce nietos.

“Todos mis hijos son profesionales exitosos y con valores muy firmes. Tal vez sea mi hija mayor, Macky Arenas, la más conocida en la defensa de esos valores que recibió de su abuelo primero y de su padre después. Pero con todos me siento realizado como padre católico”.

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