por Pedro Pérez Castro.
Estimados amigos, hoy retomo el ordenador para llevarles una nueva crónica de la actualidad en Venezuela, con mis modestas apreciaciones a las que presento con el título que arriba expongo. Y lo hago porque todos sabemos que desde el pasado día 1ro.de junio entramos en la temporada ciclónica, que cada año se desarrolla en este hemisferio.
He tenido suficiente tiempo para observar desde lo más cerca posible los acontecimientos que aquí ocurren día a día. También me viene a la mente cómo se desarrollan los fenómenos atmosféricos en esta región geográfica del mundo, cuando las masas de aire caliente chocan con las corrientes frías que bajan de septentrión y las mareas se agitan provocando una depresión atmosférica que en una buena parte de los casos terminan en ciclones o tormentas tropicales; traído a la realidad existencial de Venezuela, lo comparo a lo que estamos viviendo quienes aquí compartimos este fenómeno inédito en la historia venezolana.
Me he releído con fruición los más importantes capítulos de la historia de esta Tierra de Gracia, sin haber encontrado situaciones semejantes.
Son tantos los desafueros que comete este enloquecido gobierno a cada momento, que invito a mis lectores a informarse o leerlos por los abundantes medios de comunicación clásicos, de la prensa escrita, radial o de Tv. o de todas las numerosas redes sociales, que permanentemente van exponiendo todos los hechos de la cotidianidad que van haciendo crecer el ojo de un ciclón en ciernes que aumenta su radio de acción y que abarca ya toda la nación venezolana. Los indicadores de este monumental descalabro económico, social, moral y ético, en que incurre la podredumbre de este miserable gobierno, muy mal llamado bolivariano, lo sitúan con los peores índices del desarrollo de cualquier país civilizado en el Siglo XXI. Esta aseveración mía pareciera una visión apocalíptica que presagiara la desintegración de un país de inmensas y probadas riquezas, el descalabro económico es descomunal, las reservas económicas de la nación están en ínfima cantidad registrada, la escasez de productos de la cesta alimentaria es infinita y la de las medicinas e insumos de este rubros lloran ante los ojos de Dios, porque la crisis humanitaria que esto genera es de espanto y brinco. El oro negro del cual se dice, que tenemos las mayores reservas del mundo, su valor apenas llega a $40/b. Los bancos públicos y privados, en muchas ocasiones no tienen liquidez suficiente para cumplir con los pagos totales a jubilados o pensionados por lo que hay que cobrar lo que den, la falta de repuestos para el transporte público o privado, es un escándalo, la inflación sigue por las nubes, hasta llegar al cielo, el mercado paralelo de dólares ya ha escalado los 8 mil Bs/dls y sigue hacia arriba. Por eso y por muchas cosas más que llenarían 10 cuartillas es que el pueblo está bravo y no se rinde ante la indignidad de la banda de forajidos que están dirigiendo hace 18 años los destinos de la patria de Simón Bolívar, que está siendo abonada por la sangre generosa de sus mejores hijos, sobre todo de jóvenes que se enfrentan con valentía espartana a los esbirros uniformados o no en su intento asesino de reprimir con saña la protesta cívica. La única arma que es sostenida por la razón, la moral y la verdad que acompañan a millones de venezolanos unidos firmemente en sus justos reclamos y cada día desafían una feroz represión en pueblos y ciudades de este país.
Estuve a punto de escribir esta crónica antes del fin de semana pasado, pero me di cuenta que habría (como ya fue) una de las efemérides de mayor connotación en la historia venezolana que además coincidiría con la festividad santoral de San Juan Bautista, celebración que abarca desde nuestra Iglesia Católica hasta el folklore nacional cuya celebración es motivo de orgullo de propios y extraños; por lo que decidí esperar hasta hoy para culminar esta 7ma. Crónica. Acostumbrados como estamos a los desatinos de este gobierno incapaz, mencionamos solo de pasada como la OEA, una vez más demuestra su falta de cohesión para hacer valer su carta fundacional y la Carta Democrática Interamericana de 2011, firmada por todos los países de la región y no nos sorprendió, que el poder de los petrodólares, descompusiera los acuerdos diplomáticos previamente concertados entre los cancilleres para adoptar una resolución por consenso en favor de exigir al gobierno venezolano, el respeto a la institucionalidad democrática, que de forma reiterada, ha sido quebrada. Cosa que no se logró. Sin embargo, a pesar de un día de intensos debates sobre el tema específico y dos días más en reunión de cancilleres pudo más la actitud genuflexa de varios países para abortar el pretendido acuerdo.
Mientras tanto aquí la calle seguía calentándose, alentada por la Fiscal General de la República que de una forma valiente y reiterada ha quebrado lanzas en favor del Estado Social de Justicia y de Derecho hecho jirones e igualmente arremetió con todo su bagaje jurídico contra la pretendida Asamblea Nacional Constituyente propuesta por el Poder Ejecutivo, que ya tiene fecha para su realización y cuyos aspirantes a componerla , ya están señalados entre gallos y media-noche como suelen hacer estos regímenes. La Fiscal General ha demostrado fehacientemente la abominación que representa la desaparición de la actual Carta Magna de 1999.
La MUD arreció su protesta y aumentó su potencial más allá de los partidos que la integran y la juventud estudiantil de todas las universidades del país (menos las oficialistas chavistas ) situadas en diferentes regiones de los 4 puntos cardinales de este territorio y oh sorpresa! nuestro flamante primer mandatario en días pasados se refirió a los 5 puntos cardinales geográficos, pensando que tal vez el número 5 estaría en la isla de Cuba; mentores de este desastre.
El oficialismo conmemoró a todo trapo (esta vez un poco constreñido) el 196 aniversario de la Batalla de Carabobo, cuyo acto central se realizó en el patio central de la Academia Militar del Paseo Los Próceres, donde participaron todos los componentes de las FAN, el tren ejecutivo del gobierno, y todos sus estamentos, cuyo colofón fue el nombramiento de 8 nuevos Mayores Generales y sus respectivas zonas de mando. Sin embargo el punto final fue la estentórea denuncia del Presidente de la República, develando un golpe de Estado contra el gobierno, apoyado por el imperio para invadir este país coordinado por la oposición apátrida, traidora etc., etc. y por supuesto el llamado a enfrentar esa nueva conjura con toda la fuerza necesaria, además señaló que ya había muchos complotados detenidos que incluso estaban “colaborando” con las investigaciones etc., etc. Por supuesto, habló de la “paz que reina en el país”. Naturalmente, volvió a invitar a un diálogo ???. Ya estamos acostumbrados a esos sainetes epilépticos, cuyas pruebas jamás aparecen. No puedo cerrar este trabajo sin mencionar lo que apunté en la CRÓNICA No. 3. El joven Fabián Urbina de 17 años ha sido otro crimen cometido por las FAN , llámese Policía o Guardia Nacional, hecho cometido en Altamira que provocó la llamada de atención del Ministro de la Defensa, el Defensor del Pueblo y el Ministro de Relaciones Interiores; pero aún no se apagaban los ecos del llanto de su madre transida de dolor , cuando un guardia Nacional, asesinó a quemarropa a otro joven de 22 años, David Vallenilla, dándole 3 balazos de fusil que le partieron el corazón los pulmones y el hígado, el video de ese hecho ha dado la vuelta al mundo . Ambos jóvenes eran estudiantes y solo reclamaban sus derechos conculcados Y no se ha repetido hasta la saciedad la sentencia de Libertador Simón Bolívar: “Maldito el soldado que use su arma contra su propio pueblo”. ¿Y entonces?
Por eso, palpo en el ambiente los vientos huracanados que se acentúan, como el disgusto del pueblo que crece y no se detiene, las madres que lloran a sus hijos, la juventud que no da un paso atrás, los aforados militares que saben que el Estatuto de Roma tiene total vigencia ya los delitos de lesa humanidad hoy no prescriben. Amigos, los vientos arrecian, será La Tormenta Perfecta. Dios nos agarre confesados.