CNN: Raúl Castro estaría dispuesto a negociar nuevo acuerdo con Trump

Fuente: Marti Noticias. Rolando Cartaya.

La Habana ha estado enviando mensajes conciliadores y preocupados ante la inminencia de un cambio en la política estadounidense hacia Cuba y ahora altos funcionarios indican que Castro estaría dispuesto a renegociar con Trump la política unilateral de Obama ¿Demasiado tarde?

El gobernante cubano, Raúl Castro, está abierto a negociar un nuevo acuerdo con el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo un alto funcionario cubano a la cadena CNN, en el que parece ser el planteamiento más directo en favor de mantener una buena relación con EE..UUU,, entre una serie de señales mediáticas desplegadas por La Habana ante la inminencia de cambios en la política hacia la isla por parte de la administración Trump. “Sabemos que ellos tienen una visión diferente del mundo . Entendemos eso”, dijo el funcionario, obviando mágicamente casi seis décadas de demonización ideológica de Estados Unidos por parte del gobierno comunista.Un segundo funcionario cubano recordó a la cadena las palabras de Castro en la cumbre de la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños, CELAC, celebrada en Bávaro, República Dominicana, a fines de enero, menos de una semana después de la investidura de Trump: «Deseo expresar la voluntad de Cuba de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con los Estados Unidos sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía e independencia de nuestro país», dijo Castro, y manifestó su disposición a «proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en los temas de interés común con el nuevo gobierno del presidente Donald Trump». Advirtió sin embargo que Cuba no haría «concesiones inherentes a su soberanía e independencia». Para La Habana los derechos humanos caen bajo su soberanía, y cualquier crítica desde el exterior es considerada una afrenta y una injerencia en sus asuntos internos. Vista del exterior de la Embajada de Estados Unidos en La Habana (Cuba). La primera fuente citada por CNN estimó que la administración Trump no revertirá totalmente la política de Obama, al punto de cerrar su embajada en la capital cubana. “Esa sería la opción nuclear”, dijo. Sin embargo, expresó preocupación acerca de informes de prensa que indican que el Presidente reimpondrá restricciones a los viajes de estadounidenses a la isla. Advirtió que tal medida podría desestabilizar las mejoradas relaciones bilaterales. Aunque Trump durante su campaña por la candidatura republicana a la presidencia consideró positivo un cambio en la política estadounidense hacia Cuba después de 50 años, matizó que él habría negociado un mejor acuerdo que el gobierno de Obama, en el cual no sólo Washington hiciera concesiones a Cuba. Posteriormente, ya como parte de su carrera hacia la presidencia rometió al menos en dos ocasiones a los cubanoamericanos usar su autoridad ejecutiva para revertir las decisiones de Obama, algo que está en el centro de las preocupaciones castristas. Durante un rally en Miami en septiembre pasado, declaró: “Todas las concesiones que Barack Obama otorgó al régimen de Castro fueron hechas a través de órdenes ejecutivas, lo que significa que el próximo presidente puede revertirlas, y eso es lo que voy a hacer, a menos que el régimen de Castro acceda a nuestras demandas. Esas demandas incluirán libertades religiosas y políticas para el pueblo cubano, y la liberación de los presos políticos” La promesa de deshacer el acuerdo de Obama la reiteró el magnate inmobiliario ya siendo el presidente electo de los estados Unidos, el 28 de noviembre de 2016 en su cuenta personal de Twitter @realDonaldTrump: “Si Cuba no está dispuesta a lograr un acuerdo mejor para el pueblo cubano, los cubanoamericanos y los Estados Unidos en general, le pondré fin al acuerdo”, El alto funcionario citado por CNN afirma que casi 5 meses después de su investidura el gobierno cubano todavía no se ha enterado de qué constituiría un “acuerdo mejor” para Trump. ¿Un viaje al año? A La Habana no parece importarle mucho si el mandatario eliminara, por ejemplo, la importación ilimitada de ron y habanos cubanos: “Se los vendemos a otros”, dijo el alto funcionario a CNN. Pero para la industria turística cubana sería al menos conmocionante que se concretara un persistente rumor de que el mandatario piensa reducir los viajes de los estadounidenses a uno anual por cabeza. El turismo es el único sector en alza de la economía en divisas de la isla, golpeada en otros afluentes por la crisis en Venezuela, y Estados Unidos es el segundo emisor de viajeros a Cuba después de Canadá, con 614.433 en 2016, entre cubanoamericanos y estadounidenses sin raíces cubanas. Los planes del grupo militar empresarial GAESA que controla ese rubro incluso se han reorientado teniendo en cuenta ese nuevo factor creado por Obama. Solamente por las visitas de los cruceros, según cálculos del Consejo Comercial y Económico Estados Unidos-Cuba, entre 2017 y 2019 la isla ingresaría 50 millones de dólares por los gastos de los turistas en excursiones, restaurantes y habanos, y otros 13 millones de dólares por pagos de tasas portuarias. Otro fuerte golpe económico sería la restricción de los envíos de remesas a la isla, totalmente liberados por Obama y que ya en 2015 sumaron unos $ 3.350 millones, pero hasta ahora no ha trascendido a la prensa nada el respecto. Campaña mediática diferente Aunque Cuba generalmente se vale de los medios nacionales e internacionales para atacar a EE.UU., las declaraciones a CNN del alto funcionario cubano no identificado siguen a una serie de inusuales entrevistas con medios internacionales y actividad en las redes sociales por parte de otros funcionariosy personeros del gobierno de Cuba, todos con mensajes acerca de la necesidad y conveniencia para ambas partes de mantener las actuales relaciones con EE.UU. Durante una visita al País Vasco, Mariela Castro, la hija mediática del gobernante cubano, concedió una entrevista a la agencia española EFE en la que ni siquiera se refirió a su viaje. La diputada y miembro del Partido Comunista habló de diferentes temas, pero el plato fuerte de la interviú fue tomado por la agencia para titular: “Mariela Castro: El mundo hace chistes con Trump, pero en Cuba nos preocupa mucho”. “Nuestro temor es que regresen las posiciones extremistas y la política agresiva hacia Cuba”, dijo Castro, si bien se abstuvo de atacar al presidente estadounidense. “Trump todavía es una sorpresa, no tenemos la menor idea de hacia dónde va y tampoco podemos guiarnos por lo que dice en sus discursos o entrevistas», aseguró. En lo que va de junio, oficiales del Ministerio del Interior de Cuba concedieron por su parte sendas y raras entrevistas a la agencia Reuters y a la CNN acerca de las consecuencias negativas que podría tener un retroceso en los vínculos bilaterales para la lucha contra el tráfico humano y contra el narcotráfico respectivamente. Los primeros advirtieron que las cifras de contrabando de personas han descendido notablemente desde que los dos gobiernos alcanzaron en enero un acuerdo histórico, pero que esos avances se podrían perder si no se reanudan los diálogos de alto nivel, mantenidos en un impasse por la administración Trump. Mientras, oficiales del organismo cubano de lucha antidrogas dijeron a CNN que el cese de la cooperación bilateral llegaría en un mal momento, pues aseguraron tener evidencias de que, desde que el expresidente Obama desechó la política de pies secos-pies mojados que daba trato migratorio a traficar drogas a través del Estrecho de la Florida. En el ámbito diplomático los enviados de La Habana han estado también muy activos, sobre todo en las redes sociales. La negociadora por el MINREX cubano de la normalización con el gobierno de Obama, Josefina Vidal, y el embajador en Washington José Ramón Cabañas, retuitean materiales de apoyo al status quo como una encuesta divulgada por la coalición proacercamiento Engage Cuba que indica que el 65 % de los estadounidenses apoyan la política actual o una carta enviada al secretario de Estado Rex Tillerson por los senadores antiembargo Jeff Flake, Mike Enzi y John Boozman detallando las ventajas de la política de Obama para los emprendedores privados cubanos, las compañías estadounidenses y los intereses nacionales de EE.UU. En México el embajador cubano Pedro Núñez declaró al diario El Universal que Cuba aspira a que se mantenga con el gobierno de Trump la misma relación que existía con el de Obama. Sólo mueven ficha en jaque En mayo de 2009, después que Obama, en el primer año de sus ocho en la Casa Blanca, relajó unilateralmente las restricciones de viaje y envío de remesas a Cuba, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero dijo: “Ahora le toca mover ficha a La Habana. Ahora el Gobierno cubano tiene que hacer reformas y, en mi opinión, deben empezar por lo económico y social», apuntó entonces Rodríguez Zapatero, en una entrevista con el diario local Público. Sin embargo, pasaron los ocho años de Obama y seis rondas suyas de medidas unilaterales de relajamiento; la represión en Cuba empeoró, las reformas se quedaron más en el botón de “pausa” que en el de “prisa”,y ahora el Rey de La Habana está en jaque… y tal vez sea demasiado tarde para mover alguna ficha salvadora.

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